Situada en Viana Navarra a escasos kilómetros de la capital riojana, la Laguna de las Cañas es un lugar ideal para la observación de aves.
El Embalse de las Cañas es resultado de una serie de recrecimientos, a base de diques, desarrollados sobre una antigua balsa natural. El régimes de lluvias y el uso tradicional no intensivo del agua para riego han contribuido a la naturalización de este lugar mediante la formación de masas vegetales en los alrededores.
El principal valor de este lugar reside en la alta diversidad de especies de aves que acoge a lo largo del año, especialmente en los pasos migratorios de otoño y primavera.
Podemos disfrutar de la observación de las aves desde el observatorio de El Bordón, donde hay prismáticos, telescopios y diversa información a disposición del visitante.
El sendero local S.L. NA182A, perfectamente señalizado y de escasa dificultad, permite rodear el embalse en un ameno recorrido de 4,7 km, apto para realizar a pie o en bicicleta de montaña. Paseo llano que da la vuelta a la Reserva Natural del Embalse de las Cañas.
Inicio: Observatorio del Bordón en Viana. Construcción reciente de piedra que hace las veces de pequeño Centro de Interpretación de la Reserva Natural. Esta situado a la izquierda de la carretera N-111, en sentido Logroño, muy cerca de la muga con La Rioja. Un cartel existente antes de la gasolinera indica “Embalse de las Cañas”.
Desde el observatorio, nos dirigimos por una senda hacia la laguna, siguiendo unos carteles metálicos que indicas“itinerario peatonal”, comenzando la vuelta en el sentido de las agujas del reloj. Bien por pista bien por sendero seguiremos el vallado exterior de la laguna, en medio de un paisaje de campos de cereal, viñas y algún almendro y olivo sueltos.
Arroyo Perizuelas- En el extremo Este, éste arroyo, con su menguada vegetación, aporta variedad al paisaje. Mas adelante, con Logroño a la vista, la pista da un paso a un agradable senderito que llega casi hasta el dique del embalse.
Dique- Desde este, podemos ver la lámina de agua, algo que antes intuíamos pero no veíamos. Pasada la presa, una pista nos conducirá hasta el Camino de Santiago, por donde volveremos al observatorio del Bordón, bordeando una repoblación de cipreses